Los residuos han dejado de ser aquello que nadie quiere, que se entierra en un agujero en el suelo y de lo que nos olvidamos. Los residuos constituyen hoy en día un recurso muy valioso, materia prima de muchas industrias, el modelo enterrar y olvidar ya no es válido. Este nuevo concepto de residuo como recurso trae consigo nuevas tecnologías, nueva legislación y necesita una concienciación de la sociedad para participar en un modelo basado  en la prevención y minimización de residuos en origen, la reutilización, el reciclaje, la generación de energía utilizando la basura como combustible y, como última opción posible cuando ya se han descartado todas las demás, la utilización de vertederos. Esto es lo que la Unión Europea ha denominado jerarquía en gestión de residuos.

La producción de residuos en España ha crecido en más de un 60% en los últimos 15 años; actualmente, cada ciudadano español genera una media de 1,2 kg de residuos por día. Según el Plan Nacional Integrado de Residuos 2008-2015 el 68% de los Residuos Sólidos Urbanos (RSU) acaban en el vertedero.  Esta situación deberá de cambiar en los próximos años ya que la legislación Europea obliga a los países miembros a reducir la cantidad de basura llevada al vertedero debido a los efectos nocivos que estos tienen sobre el medio ambiente.

Nuevas tecnologías

En las últimas décadas se han desarrollado tecnologías para el tratamiento de residuos que constituyen una opción mucho más sostenible que el uso del vertedero. Algunas, como el compostaje de residuos orgánicos no son nuevas, habiendo sido utilizadas desde tiempos remotos; otras como el tratamiento de residuos con generación de energía, también denominado valorización energética han sido mejoradas substancialmente en los últimos años. Las combinación de ambas constituye hoy en día la mejor alternativa que los países europeos tenemos para gestionar nuestros residuos. En el resto de Europa hay una dependencia mucho menor que España en materia de vertederos.  Por ejemplo, en Alemania se prohibió la utilización de vertederos para Residuos Sólidos Urbanos (RSU) en 2005, y tras promover el reciclaje y compostaje todo lo posible, el resto de los residuos se llevan a plantas de valorización energética que tienen que cumplir con límites de emisión muy exigentes para evitar los problemas que las dioxinas, furanos y metales pesados pueden originar en la salud pública y ecosistemas. En consecuencia, las nuevas plantas de valorización energética tienen que incluir complejos filtros que evitan también los malos olores y están sometidas a unos controles de emisión de partículas y contaminantes conformes con una severa legislación vigente. De igual modo, las plantas de compostaje están evolucionando rápidamente y la calidad de compost es cada vez mejor.
Nuevas tecnologías como Tratamiento Mecánico Biológico o la Digestión Anaeróbica, las cuales generalmente producen energía a partir del biogás que se origina por la descomposición de la materia biodegradable,  están actualmente en pleno desarrollo y cada vez están más extendidas.

España tiene que ir desvinculándose poco a poco del uso de vertederos, que a día de hoy, incluso con la recogida de metano para la generación de energía, es la opción más contaminante y con mayores efectos nocivos para el medio ambiente al largo plazo. De acuerdo con la Directiva de Vertederos, los países miembros están obligados a reducir la cantidad de residuos orgánicos enterrada en los vertederos, hasta el punto que en 2020 solo se podrá llevar al vertederos el 35% de los residuos orgánicos que se llevaban al vertederos en 1995, o dicho de otra forma, reducir en un 65% el uso de vertederos para residuos orgánicos (porcentaje siempre calculado en relación a 1995). Así que los estados miembros estamos obligados a compostar materia orgánica o usar las nuevas tecnologías de gestión de residuos (Tratamiento Mecánico Biológico o la Digestión Anaerobia) cada vez más.

El tratamiento de residuos con recuperación energética unido a las nuevas tecnologías emergentes son el futuro en gestión de residuos. Pero siempre teniendo en cuenta que estas tecnologías deberían de ser empleadas una vez que la generación de residuos en origen se ha minimizado y se han reutilizado, reciclado o compostado todos aquellos materiales susceptibles de serlo, como la nueva Directiva Marco de Residuos  establece. Esta directiva se aprobó en Diciembre de 2008 y entrará en vigor en los países miembros en los próximos dos años. Su objetivo principal es reducir la producción de residuos en origen y promover el reciclaje, dejando  la valorización energética de los residuos y el uso de vertederos como las últimas opciones posibles en la jerarquía de tratamiento de residuos.

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Etiquetas: compostaje, digestion anaerobia, Directiva Marco de Residuos, Directiva Vertederos, residuos, tratamiento mecanico biologico, valorizacion energetica