¿Me lo empatata para regalo, por favor?
El otro día fui a comprarme unos maravillosos guantes a Natura para hacer frente al imparable invierno y, aparte de mis guantes, me llevé una muy grata sorpresa.
Cuando rehusé la bolsa en la que la dependienta iba a meter mi compra, ésta cambió el primer envoltorio por una bolsa hecha de fécula de patata: 100% biodegradable y compostable.
Claro, a ésta tuve que decir que sí, aunque sólo fuese por echarle un vistazo.
Estas bolsas desaparecen en menos de 180 días, sin efectos contaminantes para el medio ambiente, mientras que una bolsa de plástico convencional tarda más de 100 años en degradarse.
Su uso está empezando a extenderse (Carrefour ya las ha introducido en sus supermercados en algunas provincias y también se usaron en la Expo de Zaragoza, por ejemplo), aunque todavía queda mucho trecho por andar, pero puede tratarse de una buena alternativa para acabar con el despilfarro de combustibles fósiles y con la “sopa de plástico” que flota en nuestros océanos.
El mayor número de plantaciones y la facilidad para extraer su fécula ha hecho que los productores se hayan decantado por esta materia prima, frente a otros vegetales como el maiz. Y para que nos hagamos una idea en cifras, sólo un dato: de cada patata salen 15 bolsas de basura.
Sea como sea, lo importante es que contamos con una buena nueva alternativa frente a los plásticos que empleamos a diario. Pon una patata en tu vida.
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Etiquetas: biodegrabale, combustibles, fécula, medioambiente, patata
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